INMIGRANTES:EL PRECIO DE SOBREVIVIR

Inmigrantes: El precio de sobrevivir

De la inmigración hay una visión buena y otra mala. El buen discurso apela a

la multicultura, una expresión acrítica de tolerancia, de pluralismo, de desprejuicio.Bienvenidos los que llegan, de cualquier parte, que nos harán mejores.Es la expresión inocente de la diferencia, la pantalla velada que difumina la realidad social, un atajo para justificar la riqueza, con tutela policial y guardias de frontera.El privilegio no es para los que se quedan, sino para los que consiguen entrar, aun a riesgo de su vida.El buen discurso está en crisis.No para menos.Hay demasiadas personas que consiguen entrar, agrupándose en familias, en barrios, por color, por nacionalidad y, el colmo, incluso por religión.Son tantos que han dejado de ser invisibles.Se ven en todas las esquinas, en cada calle, en cualquier ciudad.Esto es un aluvión.

El discurso malo nace del temor, de la inseguridad,en suma, de la presencia multitudinaria de personas diversas.El desorden, la acumulación de conflictos,la degradación de la ciudad, de los barrios,de las calles.Y, sobre todo, la inseguridad y la amenaza de otras lenguas, de otros colores, de otros ritos.La prohibición de entrada no sirvió de gran cosa.Deben construirse muros en la tierra, en el agua, en el aire.Y devolver a los afortunados que los traspasan a sus paises de origen.¿Donde van a estar mejor que en su casa?.Pero, además, tolerancia cero con sus costumbres, que son bárbaras y cerriles y reproche firme a las creencias que, finalmente, son caldo de terrorismo.

El discurso malo es el de los ricos amenazados.El único inmigrante deseado es el esclavo.

1.Ni la versión buena ni la mala tienen razón.La inmigración de masa es antes que nada un fenómeno de renta.Siempre hay un pais próximo donde la vida puede ser mejor.Así lo vivieron los europeos a comienzos del siglo XX yéndose a hacer las Américas y los españoles, italianos, portugueses en los sesenta encaminados hacia Alemania, Francia o Suiza.Pero, no seamos hipócritas, iban a buscar dinero, pero, además, esos paises necesitaban mano de obra, calificada o no, barata.Lo uno por lo otro.Te pago menos a cambio de trabajo.La explotación del país hombre por el hombre.

La diferencia ahora es la información en tiempo real(o, mejor aún, la televisión).El estímulo es acceder al Corte Inglés o equivalente.La sociedad rica del espectáculo exacerba a los pobres y les hace aspirar a su participación, cualesquiera que sea su lugar geográfico, lengua de origen o denominador histórico.Uno llega al Corte Inglés de Suecia, de Francia, de España, de Italia.El consumo de masa es el común denominador.Esto no es criticable, al fin y al cabo, es lo que hacemos los del lugar de origen.Lo que verdaderamente molesta es que se crean iguales, aunque sean diferentes.No todo se reduce a pasar por caja.Hay más cosas en la mente de las personas(el futbol, el sexo, el dinero, aunque no en este órden).Pero, eso es lo que tiene el consumo que nos iguala en la cola de la caja.El inmigrante pobre cree que todo es un Corte Inglés.

2.El inmigrante es un explorador solitario, desguarnecido en medio la hostilidad que le rodea.Trabaja como el que más, pero necesita sentir la compañía de su familia, de sus amigos, de sus connacionales y correligiosos.Apenas instalado promueve la socialidad hacia fuera, porque dentro las puertas se cierran con la jornada de trabajo.Y no puede circular por cualquier sitio, no solo porque es pobre, sino para que la policia no le detenga en cualquier momento por sospechoso habitual de color negro, de origen marroquí, de tez aceitunada y origen sudamericano.

Si trabajar cansa, el cansancio del inmigrante suena a infinito.Claro que esto tiene su compensación.Su familia de origen espera ansiosa la remesa mensual.Hay paises enteros cuya renta per capita está sobre los hombros del inmigrante, que no de los locales.O sea, ayudan a que en su lugar de origen, simplemente, puedan sobrevivir.

3.Es cierto que la inmigración supone un incentivo al tráfico ilícito de personas.Hay un cumulo de criminalidad organizada que tiene otro negocio en la circulación de personas.Siempre que hay una prohibición surgen los que propician su violación por un precio que será más o menos alto conforme al riesgo que se corre.Las mafias hacen un gran negocio con Europa.A más restricciones, más beneficios.Hay daños colaterales, víctimas del tráfico, que es insignificante en comparación con el volumen de éxito conseguido.La inmigración, según datos de las Naciones Unidas, suma entre 3y 4 millones de personas indocumentadas por año,lo que supone para los organizadores algo así como